viernes, 3 de mayo de 2024

Próxima clase: IMPARCIALIDAD

PRÓXIMA CLASE:


EL JUEZ "ES" IMPARCIAL ¿¿¿???

La próxima clase veremos al tema "imparcialidad frente al caso"


Los textos están indicados en el cronograma y a disposición en el Drive como siempre...


FRAGMENTOS DE UN FALLO COMO TANTOS (PARA RESOLVER UNA RECUSACIÓN):

«las causales de recusación son de interpretación restrictiva, máxime si se advierte que se trata de un acto de singular gravedad, dado el respeto que se debe a la investidura de los magistrados»
(EJEMPLO SOBRE CÓMO LOS JUECES CONFUNDEN TEMOR DE PARCIALIDAD CON ATAQUE PERSONAL)

¿Y QUÉ PASA SI UNA PARTE MANIFIESTA UN TEMOR DE PARCIALIDAD? CONTESTAN ALGO COMO ESTO:
«cabe poner de relieve que la integridad de espíritu, la elevada conciencia de la misión que hemos jurado cumplir y el sentido de la responsabilidad que es dable exigir a quien desempeña la magistratura, nos colocan por encima de tales insinuaciones, por lo que debemos agotar la función encomendada de decir el derecho en el caso, con la tranquilidad y libertad de ánimo que mantenemos y sin mengua alguna de nuestro poder de decisión, exento e independiente de toda prevención, interés o compromiso personal con el clamor de las partes»
¿NO ES UNA CLARA FORMA DE HABLAR MUCHO SIN DECIR NADA?

«no hubo; no hay; ni habrá desequilibrio procesal alguno por este órgano con relación a éste y a cualesquiera de los otros procesos radicados para su conocimiento»
¿CÓMO PUEDEN SABER DE ANTEMNAO QUE JAMÁS HABRÁ UN CASO EN QUE PUEDA PRESENTARSE UN TEMOR DE PARCIALIDAD?


Estudien!

***

SOBRE LA CLASE DE AYER:

"Nuestra civilización ha decidido, y muy justamente decidido,
que determinar la inocencia o culpabilidad de alguien
es un asunto demasiado trascendental como para confiárselo a los profesionales"
(G. K. Chesterton)

La clase de ayer hubo mucha participación y generamos muchas discusiones, así que antes que nada quiero manifestarles mi satisfacción por ello.

Dada la participación, creo que resultó una clase muy productiva, aunque lamentablemente -es inevitable- nos faltó mucho tiempo para profundizar varias cosas. Al respecto, algunas consideraciones:

1. Tienen los textos y videos, que conforman el material de estudio obligatorio, por lo que con ello no deberían tener problemas para profundizar en este tema, al menos en la medida de lo modestamente exigido en el marco de este curso.

2. Probablemente también surja la oportunidad de discutir esas cosas en el marco del tratamiento de otros temas (v. gr., imparcialidad, independencia, inocencia, defensa, recurso, ne bis in idem...) pues en definitiva, como dijimos alguna vez, todas las garantías procesales encuentran en el juicio por jurados su lugar natural y su plenitud de funcionamiento (y ello nos obliga a repensar al proceso penal en su conjunto).

3. Quien tenga interés en profundizar conocimientos en el tema puede pedir consejos sobre material de estudio (por fuera de los ámbitos de evaluación de este curso desde luego), y cuenta también con materias sobre "juicio por jurados" en la facu (aunque me comprendan las generales de la ley por amistad, aconsejo al curso de Pablo Santamarina, que en dos meses hace un abordaje un poco más profundo, sin pretensiones de gran profundización pues, como dijimos, el juicio por jurados no es un tema específico sino que exige repensar a todo el derecho procesal penal).


Por lo pronto, subimos algunas cosas más para complementar el tema:



ALGUNAS FRASES SUELTAS:


"¡Dichosa aquella nación donde las leyes no se tratasen como ciencia! Utilísima es la que ordena que cada hombre sea juzgado por sus iguales…" -CESARE BECCARIA-


"Dar á un Senado permanente la facultad de juzgar; hacer mas espantoso á los ojos del pueblo el magistrado que la magistratura; confiar á pocas manos un cargo, cuyas funciones exigen mas integridad que luces; mas confianza de parte del que ha de ser juzgado que conocimientos de parte del que ha de juzgar; obligar al ciudadano á ser juzgado por ciertos hombres que no tienen otro oficio, y á quienes la costumbre de cometer errores les hace insensibles y no les enseña á preservarse de ellos; disminuir, ó por mejor decir , hacer casi nulo el precioso derecho que deberia tener todo hombre en las acusaciones graves de excluir no solamente aquellos jueces que pueden serle manifiestamente sospechosos de parcialidad, sino tambien aquéllos que por causas muy leves no merecen su confianza; hacer, en una palabra, de un arte que todo se emplea en el exámen de los hechos el patrimonio exclusivo de un cuerpo limitadisimo, es un método funesto, espantoso, y aborrecido justamente por las naciones donde la libertad civil del ciudadano ha sido mas respetada-CAYETANO FILANGIERI-


"O los juicios criminales deben ser ejercidos exclusivamente por individuos privilegiados, elegidos y subvencionados por el gobierno (como empleados suyos), o deben ser ejercidos por ciudadanos libres. Llámense estos jurados, o jueces populares, o notables, o pares, o de cualquier otro modo siempre serán jueces ciudadanos; y aunque a los otros se les llame consejeros, o auditores, o lugartenientes, o con cualquier otro nombre, siempre serán jueces dependientes del gobierno" -FRANCESCO CARRARA-


"... el jurado, que es el medio más enérgico de hacer reinar al pueblo, es también el medio más eficaz de enseñarlo a reinar" -ALEXIS DE TOCQUEVILLE-


Para escribir su "Tratado de la Prueba en Materia Criminal", el jurista alemán Mittermaier viajó a Inglaterra y Escocia para comprender el funcionamiento de sus sistemas de enjuiciamiento. Dedicó un capítulo de su manual a responder a las críticas de juristas del civil law al juicio por jurados que entonces se escuchaban, y que en esencia son las mismas que las que hoy se reproducen. Reproducimos un pequeño fragmento de ese capítulo, que es la conclusión a la que arriba luego de enumerar y analizar a esos comentarios críticos: "He aquí las objeciones en toda su fuerza. No creemos que sean capaces de arrastrar la opinión del observador atento y sagaz, porque conducen en definitiva al error; y lo que tienen de especiosos debe sólo excitarnos a examinar con más detención si los vicios de que se acusa al Jurado son inherentes a su naturaleza o resultado de su organización defectuosa en ciertos países; si esta institución lleva en sí misma garantías importantes que no podrían encontrarse en las jurisdicciones regulares, y si no es más propia que cualquiera otra para conciliar la pública confianza con la equidad de las sentencias. No; no puede negarse por un solo momento la ventaja de semejantes garantías" -KARL MITTERMAIER-


"Si no hay lo que puede llamarse una división del trabajo judicial, separando la función de hallar el crimen ó la inocencia, ó los hechos, de la de presidir todo el juicio y pronunciar y exponer la ley, el juez tiene que estar expuesto a tomar un lado en el juicio. Esta división del trabajo judicial se obtiene con la institución del jurado. Esta, me parece, es una de las mas esenciales ventajas de esta institución comprehensiva y desenvuelta por si misma. Es igualmente una garantía de la libertad, dando participación al pueblo en la administración de justicia…" -FLORENTINO GONZÁLEZ-


"La necesidad de mejorar la administración de justicia en lo criminal es intensamente sentida por todos; esa mejora no es posible mientras no se distribuya el poder judiciario entre jueces del hecho y jueces del derecho, y es menester que no demoremos innecesariamente el planteamiento de la institución del jurado" -VICTORINO DE LA PLAZA y FLORENTINO GONZÁLEZ (autores del proyecto de ley de jurados para la Nación 1873, por encargo del presidente Domingo F. Sarmiento)-


"Si se sostiene que el derecho es algo demasiado complicado para que lo entiendan los “legos”, entonces habrá que reformar el derecho" -MIRNA GORANSKY-


Se afirma que el jurado no tiene arraigo en nuestras costumbres.  Bovino contesta: "Claro, porque la Inquisición es bien gaucha" -ALBERTO BOVINO-


"Una consecuencia beneficiosa adicional del juicio por jurados —nada despreciable por cierto— es la de suscitar la preocupación de los profesionales del derecho por expresarse en forma entendible, prescindiendo de términos técnicos y de la jerigonza del mundillo judicial" -EDMUNDO S. HENDLER-


"El jurado contribuirá, ciertamente, a desentronizar una justicia de clase, a deshacer el lenguaje encriptado con el que ella se expresa, en ocasiones sin posibilidad de ser entendido fuera de un círculo menor de ciudadanos, ininteligible hasta para el propio justiciable, a similitud de aquello que sucede con una casta sacerdotal; contribuirá también a tornar menos esotérica y más descentralizada la administración de justicia, a desmitificar el Derecho y la ley, que pretenden conducir nuestra vida gregaria, y fundamentalmente en materia penal, a requerir cierto tipo de "aprobación ciudadana" para la aplicación de la coacción estatal grave" -JULIO B. J. MAIER-



Finalmente, compartimos un clásico ensayo del célebre escritor Lord Chesterton, bastante pintoresco, sobre el tema:


DOCE HOMBRES (1909)


El otro día, mientras estaba pensando en cuestiones de moral y en el Sr. H.Pitt, fui, por así decirlo, secuestrado y conducido al estrado de un jurado para juzgar a alguien. El secuestro duró unas semanas, pero no dejó de parecerme algo repentino y arbitrario. Me sentaron ahí porque vivo en el barrio de Battersea y mi apellido empieza con la letra C. Mirando a mi alrededor, vi una auténtica multitud que había acudido a la citación del juzgado. Toda esta procesión de hombres vivía en Battersea y su nombre empezaba por C.

Parece ser que siempre citan al jurado haciendo estos barridos alfabéticos. De un plumazo oficial, por así decirlo, Battersea queda desnudo de sus C y se tiene que arreglar como pueda con el resto de alfabeto. En una calle falta un tal Cumberpath, de otra un Chizzolpop, tres Chucksterfields de la mansión Chucksterfield, los niños lloran la ausencia de Cadgerboy, la comadre de la esquina llora por su Coffintop y no admite consuelo.

Nos acomodamos juguetones en nuestros asientos, (somos una especie temeraria los C de Battersea, no nos preocupan las consecuencias) y nos toma juramento de forma totalmente inaudible un sujeto que parece un cirujano militar que hubiese entrado en su segunda infancia. Entendemos sin embargo que debemos juzgar bien y fielmente el asunto que enfrenta a nuestro Soberano, el Rey, con el prisionero. Los dos están, de momento, por aparecer.

***

Justo cuando daba por hecho que la Corona y el acusado estaban seguramente llegando a un acuerdo amistoso en otra sala, apareció la cabeza del acusado por encima del banquillo. El cargo es por robo de bicicletas y es la viva imagen de un gran amigo mío. Nos metemos con detenimiento en el asunto del robo de bicicletas. Juzgamos bien y fielmente el asunto de las bicicletas que enfrentan a la Corona y al acusado. Acordamos, tras una breve pero razonable discusión, que el Rey no estaba implicado en modo alguno. Después nos ocupamos de una mujer acusada de abandonar a sus hijos. Parece como si algo o alguien hubiese sido descuidado con ella. Y soy uno de los que está más bien convencido de ello.

Durante el tiempo en que el ojo observó estas apariciones y la mente formuló estos frívolos comentarios, el corazón sintió una pena primitiva y un miedo que el ser humano ha sido incapaz de formular desde el principio, pero que es el poder que le da la fuerza a la mitad de los poemas del mundo. Este estado de ánimo no puede ni siquiera sugerirse, a no ser afirmando que la tragedia es la máxima expresión del infinito valor de una vida humana. Nunca me había encontrado tan próximo al dolor y nunca tan lejos del pesimismo.

Por lo general, no diría palabra de estas emociones oscuras, hablar de ellas es demasiado difícil. Las menciono ahora a cuento de una razón, concreta y específica, que inmediatamente expondré. Las menciono porque en su fragor encontré, de forma curiosa, la confirmación de una verdad política o social. Vi con una claridad rara e indescriptible en qué consiste realmente el juicio por jurados y porque nunca debemos abandonarlo.

Hasta la fecha, nuestra época se ha orientado de manera consistente hacia el socialismo y el profesionalismo. Tendemos a preferir a los ejércitos profesionales porque luchan mejor, cantantes profesionales porque cantan mejor, bailarines profesionales porque bailan mejor, cómicos profesionales porque se ríen mejor, etcétera. Numerosos escritores modernos han planteado esta idea para el Derecho y la política. Muchos socialistas fabianos han insistido en que la mayor parte de nuestra actividad política debería realizarse por expertos. Varios juristas han planteado que el jurado lego debería ser suplantado por el juez profesional.

***

Bueno, si este mundo nuestro fuese mínimamente razonable, no creo que hubiese nada que objetar. Pero el verdadero resultado de toda experiencia y la verdadera base de toda religión es esto: que la cuatro o cinco cosas más esenciales que debería conocer un hombre, conforman todas ellas lo que llamamos paradojas. Es decir, que por más que resulten ser en la vida diaria simples verdades, difícilmente podemos formularlas sin ser culpables de ostensibles contradicciones verbales. Una de ellas es, por ejemplo, el indiscutible tópico de que la persona que más disfruta consigo misma es la que menos lo pretende. Otra es la paradoja del coraje; que consiste en que la forma de evitar morir es no temiéndole a la muerte en exceso. Al que le importa muy poco partirse los huesos al treparse a un peligroso peñasco sobre las olas, puede que los salve gracias a ese descuido. El que pierda su vida, la salvará. Como ven un comentario totalmente prosaico y práctico (Lucas 9:24).

Pues bien, entre estas cuatro o cinco paradojas que deberían enseñarse a cada bebé que juega en las rodillas de su madre, se encuentra la siguiente: cuanto más una persona mira algo, menos la ve; cuanto más aprende de una cosa, menos de ella sabe. El argumento fabiano a favor del experto, de que debemos confiar en las personas entrenadas, sería totalmente irrebatible si de verdad fuera cierto que un hombre que día a día estudia algo y lo practica, entiende el significado y la importancia de ese algo cada vez mejor. Pero no lo hace. Cada vez capta y ve menos de su sentido e importancia. De la misma manera en que nosotros, ¡qué pena!, a no ser que nos recordemos que debemos ser humildes y agradecidos, vemos cada día menos y menos el sentido y la importancia del cielo y de las piedras.

***

Ahora, es un asunto tremendo señalar a alguien para que reciba la venganza de los hombres. Pero es algo a lo que se puede uno acostumbrar, como puede también acostumbrarse a cosas terribles; incluso un hombre puede acostumbrarse al sol. Y lo verdaderamente horrible de toda la administración de justicia, incluso de los mejores entre los jueces, magistrados, abogados, detectives y agentes de policía, no es que sean malvados (algunos son buenos) ni que sean idiotas (un puñado de ellos son mas o menos inteligentes), sino que sencillamente es que se han acostumbrado.

Hablando con propiedad, no ven al acusado en el banquillo. Lo único que pueden ver es al hombre de siempre en su lugar habitual. No contemplan la espantosa sala donde se imparte justicia; sólo ven en ella su lugar de trabajo. Por lo tanto, el instinto de la civilización cristiana ha decidido, muy sabiamente, que en ocasión de cada juicio se reciba una transfusión de sangre fresca y de nuevos pensamientos procedentes de las calles. Que lleguen personas capaces de ver el tribunal y a la multitud, a los rostros vulgares de agentes y rateros, a los rostros consumidos de los viciosos, al rostro inverosímil de los abogados mientras gesticulan. Y ver todo esto como cuando uno mira un cuadro nuevo, o el estreno de una obra de ballet jamás vista.

Nuestra civilización ha decidido, y muy justamente decidido, que determinar la inocencia o culpabilidad de alguien es un asunto demasiado trascendental como para confiárselo a los profesionales. Si se desea iluminar un asunto tan terrible, convoca a hombres de la calle tan ignorantes del Derecho como yo mismo, pero capaces de sentir lo que yo sentí en el estrado del jurado. Cuando lo que quiera es catalogar correctamente una biblioteca, o conocer las dimensiones del sistema solar o cualquier otra de esas cosas irrelevantes, pues que allí emplee a los especialistas.

Pero cuando lo que quiera es hacer algo realmente importante, reúne a doce hombres comunes y corrientes que andaban por ahí. Lo mismo hizo, si no recuerdo mal, el fundador del cristianismo.


(*) Ensayo de Gilbert Keith Chesterton (Londres, 1874-1936)
Fuente: http://www.juicioporjurados.org/2022/01/chesterton-y-su-elegia-al-juicio-por.html


Saludos. Buen fin de semana!

CP

3 comentarios:

  1. Gracias Cristian, saludos! Fernanda Corvalán

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  2. Muchas gracias Cristian por el material compartido!
    Quiero compartir mediante este comentario el pensamiento que tenía el jueves pasado en clases mientras se debatía sobre el juicio por jurados, coincido en que la clase fue muy enriquecedora con los temas abordados y con los comentarios en clases. Capas lo que comente acá sea una burrada terrible pero bueno mando; sucede que la garantía constitucional de juicios por jurado la estoy viendo por cuarta o quinta vez en lo que va de la carrera de abogacía, y me pregunto a mi misma porque me enseñan esto ya de grande y no me explicaron esta garantía en el secundario para uno crecer sabiendo que tiene el derecho de participar de los juicios siendo jurado. Como abogados debemos plantear esta garantía constitucional de forma individual en los juicios pero el planteo social de la restricción que se realiza sobre este derecho quien lo atiende? En fin, mi hijo de 12 años el viernes pasado prometió a la constitución y yo muy mamá orgullosa (babosa) lo felicité y le comenté algunas garantías constitucionales estudiadas a lo largo de la carrera, por supuesto que se aburrió más de lo que llego a entender pero cuando le nombré juicios por jurado manifestó un entusiasmo por saber de qué se trataba. Creo y considero que el cambio para la implementación de juicios por jurado debería comenzar desde lo social y no limitarlo al planteo en los juicios y en la carrera de abogacía/ carrera judicial. ¿Cómo? No lo sé. En lo que pueda, desde mi lugar dentro de la materia de construcción ciudadana en los secundarios abordaré la garantía de juicio por jurado para que resuene en los jóvenes, que son el futuro.

    Y ya que en el texto de Lord Chesterton se nombró al acusado de robar bicicletas, comparto que el jueves pasado estuvo por la facultad y robó la mía :( me tomé el subte bastante triste para volver a casa, creo que si me tocara ser integrante de un jurado para un hecho similar y me hacen la pregunta (la que habías contado en la clase, “zombie”) de si podría ser imparcial en el voto, me pongo en duda a mi misma, la carrera, la profesión, todo, entro en crisis jaja imagino cuando solo es un Juez quien decide.

    Gracias por el espacio, espero que lo planteado con ánimos de compartir se haya entendido. Saludos.

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    1. Lo que decís es correcto y muy interesante. No hay dudas que el juicio por jurados debería formar parte de la currícula de las escuelas secundarias. No es admisible que cuando se enseñan los Poderes del Estado, por ejemplo, se ignore al art. 118 (que conforma la parte orgánica del Poder Judicial).
      De todos modos, he advertido con mi hija que les han hablado algo al respecto, y también he visto casos de escuelas secundarias que organizan actividades como simulacros de juicios por jurados, Etc. Pero, obviamente, entiende que eso depende de cada docente y no un contenido expresamente obligatorio.
      Neuquén lo había incluido en la currícula hace algunos años, pero no sé en qué habrá quedado eso.
      Lamento mucho lo de tu bicicleta. Y que eso no te lleve a cuestionarte y replantearte nada. Es un error confundir a nuestra hermosa y noble profesión con algún tipo de visto bueno a cualquier tipo de acto violento o que atenta contra los intereses de una persona (en este caso, vos y tu bicicleta). Es simplemente defender la idea de que sólo es "justicia" si se respetan las pautas básicas que toda sociedad civilizada se impone para llevar a cabo la aplicación del poder punitivo. Y que si un hecho queda impune, eso no es per se algo bueno, sino tal vez un mal que en ocasiones debemos aprender a superar, como con tantos males de la vida (y el mal de que un inocente reciba una condena que lo prive de su libertad es inmensamente más grave e intolerable que el de la impunidad).
      Saludos,
      CP

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